CONTACTO

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lunes, 14 de marzo de 2016

MI CACHORRO SE VA DE CASA


Todos los seres vivos tenemos unas etapas de desarrollo que tienen que ser respetadas. Si estas etapas no se cumplen correctamente, las consecuencias para el animal adulto serán muy graves: desnutrición, sistema inmune débil, trastornos del comportamiento, etc. Muchos propietarios desconocen el daño que pueden causar al cachorro al separarle de su madre y hermanos antes de tiempo.

Antes de comenzar a hablar de las etapas de desarrollo del cachorro, quisiera hacer una pregunta:  ¿cuándo se considera que debe comenzar a aplicarse los cuidados preventivos del cachorro? Pues, la respuesta quizás le sorprenda. ¡Antes de su nacimiento! El estado sanitario y nutritivo en el que se encuentre la madre, el estrés al que esté sometida, las condiciones de vida y los cuidados que reciba la madre… todo ello es fundamental para un buen desarrollo físico y emocional del cachorro.
Es importante tener en cuenta que existen factores genéticos y hereditarios que pueden determinar (en parte) la personalidad del cachorro, por ejemplo:
La emoción del miedo es hereditaria (independientemente del factor aprendizaje por imitación.
Si durante la gestación un feto de sexo femenino se encuentra entre dos fetos de sexo masculino, el feto femenino se verá influenciado por las hormonas masculinas de sus hermanos, desarrollando actitudes de macho en su etapa adulta.
Etc.

Las etapas del desarrollo de un cachorro son:
1)Periodo neonatal: corresponde a los 15 primeras días de vida del cachorro. Su desarrollo no es completo al nacer, el animal no ha desarrollado aún el sentido de la vista ni del oído, por lo únicamente se relaciona con su entorno a través del tacto y el olfato: reflejo rooting. Son fundamentales los cuidados maternales, para el cachorro, en esta etapa (amamantar, lamer, acompañar, vigilar, etc. ), ya que le aporta tranquilidad (mediante las feromonas que libera a través de sus mamas), calor, los nutrientes y defensas necesarias (por medio del calostro y, posteriormente, de la leche), la estimulación del sistema respiratorio y del mecanismo de excreción (mediante el lamido), etc. Todo ello influye en un correcto crecimiento y desarrollo emocional (mejor resistencia al estrés) del cachorro.
2)Periodo de transición: hasta que desarrolla el sentido de la vista y el oído, aproximadamente, a los 21 días. Durante esta etapa los cachorros comienzan a explorar su entorno, con ayuda de su madre y hermanos, quienes además le enseñan normas básicas de convivencia.
3)Periodo de socialización: finaliza cuando el animal comienza a sentir la emoción del miedo, aproximadamente, a los 6 meses de vida. Este es el momento crítico en la socialización de nuestro cachorro con las personas, los niños, perros, gatos, ruidos, etc. También es la época idónea para iniciarle en el proceso de educación que se prolongará durante toda su vida. El cachorro presenta durante esta etapa una gran capacidad de aprendizaje, pero siempre debemos tener en cuenta la madurez mental del animal en cada momento. En aquellos casos en los que, durante este periodo, el cachorro no pueda relacionarse correctamente con su entorno o su proceso de socialización sea limitado, es muy probable que se desarrollen trastornos del comportamiento tales como: intolerancia al contacto con personas, destructividad, reacciones excesivas a ruidos, etc.

Los gatos presentan un desarrollo mucho más rápido que los perros, por lo que, aunque las etapas del desarrollo del gato son las mismas, los tiempos se acorta, de tal forma que:
1)El periodo neonatal dura 9 días, aproximadamente.
2)El periodo de transición finaliza a los 15 días de vida, aproximadamente.
3)El periodo de socialización es mucho más breve, tan sólo hasta los 3 meses de edad, aproximadamente.

Por lo tanto, podríamos decir que el momento ideal para separa a un cachorro de su madre y hermanos es:
üDespués de las 7 semanas en el caso del perro.
üDespués de las 4 semanas en el caso del gato.

Lo aconsejable es realizar la separación de forma progresiva, es decir, que el cachorro conozca a su nueva familia y su nuevo hogar, pero dándole la oportunidad de volver a casa con su madre y hermanos las primeras veces, de esta forma se reduce el estrés (tanto del cachorro como de la madre) y se favorece la adaptación, sin conflictos.

RECUERDA:
La relación del cachorro con su madre y hermanos es fundamental para un correcto desarrollo físico, cognitivo, emocional y social. La figura de la madre le aporta los nutrientes y defensas necesarias, además de la seguridad y el apoyo en su aventura de conocer el mundo y le enseña las normas de convivencia básicas entre animales. Sus hermanos le ayudan a establecer el fundamento de las relaciones sociales (tan importante en su vida adulta) y la capacidad de integración en un grupo social.

Respetar el tiempo de desarrollo es clave en la prevención de los trastornos de comportamiento.

viernes, 4 de diciembre de 2015

COMUNICACIÓN ANIMAL

Todos hablamos con nuestra mascota, el problema es que utilizamos lenguajes diferentes. 
¿Sabes comunicarte correctamente con tu animal de compañía?


Todos los animales son capaces de comunicarse entre si. Es posible que en alguna ocasión un animal se haya comunicado contigo, ¿recuerdas cómo lo hizo?. Sin miedo a equivocarme, puedo asegurar que utilizó el lenguaje corporal para transmitirte la información. Este tipo de lenguaje, aunque desconocido para parte de la población humana, es de gran importancia ya que mediante la vista los animales reciben la mayor parte de la información (¡Más del 50%!) en un encuentro con otro animal. La comunicación no verbal está formada por actitudes, gestos, posturas, movimientos, etc. La mayor parte de ellos se emiten de forma inconsciente. La quinesia es la ciencia que estudia el lenguaje corporal, es decir, el significado expresivo y comunicativo de los gestos y movimientos corporales. ¿Quieres comprobar personalmente la importancia del lenguaje corporal? Prueba a ver una película sin sonido, es muy probable que seas capaz de seguir el argumento a partir de lo que observas.
Algunos gestos son comunes para la mayoría de las especies, por ejemplo, un contacto visual prolongado acompañado de rigidez corporal indica agresividad. Pero hay otros muchos gestos que pueden tener significados diferentes según la especie y la situación, por ejemplo, si una persona bosteza con frecuencia puedes entender que está cansada o aburrida. Pero si un perro bosteza con frecuencia está expresando que está nervioso.
Durante años los humanos hemos aprendido a escuchar e interpretar el lenguaje verbal y hemos perdido la capacidad para observar y descifrar estas señales de comunicación. Por ello, las relaciones entre la mascota y el propietario, en ocasiones, pueden no ser tan placenteras y armoniosas.
Los perros y los gatos llegan a asociar unas cuantas palabras con conductas determinadas, pero realmente, es nuestro cuerpo el que se comunica con ellos. Si aquello que expresas a través del cuerpo contradice aquello que dices con palabras, entonces estás transmitiendo un mensaje confuso que puede dificultar mucho su comprensión. Como por ejemplo, si dices el comando «Sienta» pero lo acompañas de una postura corporal inclinada hacia el animal y con la mano estirada, tu mensaje verbal comunica una orden de poner el culo en el suelo pero tu lenguaje corporal invita al juego. Por ello hay que ser consciente de lo que está comunicando nuestro cuerpo en cada momento y aprender a emitir mensajes corporales y mensajes verbales coherentes. De esta forma conseguiremos mejorar nuestra relación y nuestra comunicación con nuestro amigo peludo.
Tu perro y tu gato pasa las 24 horas al día observando su entorno, relacionando cada uno de tus gestos con una situación, tus hábitos, tus preferencias, etc. Por ello llegan incluso a anticiparse a algunas situaciones, por ejemplo, tu perro te espera en la puerta de casa antes de que te hayas puesto las zapatillas o tu gato te espera en su comedero desde que entras en la cocina en dirección al armario donde guardas su lata preferida.
Te propongo un experimento: durante una tarde no utilices el lenguaje verbal con tu mascota, utiliza únicamente el lenguaje corporal para comunicarte con ella. Tienes que prestar atención a la postura, el movimiento de brazos y piernas, tus gestos faciales… ¿Te entenderá?
Para transmitir un mensaje puedes ayudarte de las manos, como instrumento de comunicación, al igual que los animales aprenden a asociar las palabras con conductas concretas, pueden hacerlo de igual forma con gestos del cuerpo o las manos. De hecho, realizar un gesto determinado refuerza el mensaje verbal que emitimos.
Los animales no entienden el significado de las palabras si no que, como ya he explicado, crean asociaciones entre palabras concretas y conductas. Para ellos es más importante el sonido que la palabra, es decir, la entonación, ritmo e intensidad de la voz. Prueba a recompensar una conducta diciendo «Muy bien» o «Bravo» con un tono de voz grave y realizando gestos bruscos, seguramente, el animal esté confuso y no entienda correctamente el mensaje de recompensa.
Todos los animales tenemos nuestros territorios muy bien delimitados. Por ejemplo, las personas tenemos una zona donde tan sólo permitimos que se acerquen conocidos muy próximos (familiares, amigos íntimos, etc.), una distancia que permitimos a personas conocidas pero de un entorno laboral o social no muy próximo y un territorio para personas desconocidas con las que tenemos que interaccionar, por ejemplo, peatones en una vía pública.
Nuestros animales de compañía tienen otras necesidades sociales, por lo que la forma de distribución del territorio es diferente a la nuestra. Por ejemplo, los gatos son animales solitarios, en la naturaleza sólo aceptan en tu territorio a hembras y crías en época de reproducción. En cambio, los perros son animales sociales, aceptan con agrado compartir su territorio con miembros de su grupo social. Cada individuo nuevo en el grupo debe realizar un periodo de adaptación progresiva. Es importante conocer el territorio de cada animal para poder establecer una relación segura y de calidad.

«Es imposible no comunicarse, ya que se habla aún cuando no se dice nada» Paul Watzlawich, psicólogo.

jueves, 5 de noviembre de 2015

ERRORES HUMANOS DE COMUNICACIÓN CON ANIMALES


Los errores más habituales que cometemos las personas al intentar comunicarnos con los animales son:
üUtilizar «complementos» (no familiares para el animal): en el momento de interactuar con el, como por ejemplo; un sombrero, unas gafas de sol, un paraguas, una gorra, etc.
üAbrazar y besar. Para los primates son gestos para expresar cariño y alegría, pero para nuestros animales de compañía se tratan de gestos amenazantes. Algunos perros pueden intentar huir o incluso morder en esta situación, otros perros pueden aceptarlos, aunque se sientan molestos.
üMirar fijamente a los ojos. Para las personas, dependiendo de la situación, puede expresar gran ternura o, por el contrario, una señal de amenaza. Para los animales, SIEMPRE significa una señal de amenaza.
üAcercarse en línea recta; los animales lo entienden también como una señal de amenaza. Si quieres saludar a un animal de forma no intimidatoria para él, debes acercarte sin realizar movimientos bruscos, trazando un pequeño ángulo imaginario (girando ligeramente el cuerpo), sin fijar la mirada en él y hablándole de forma calmada.
üAcariciar la cabeza. Cuando un animal coloca una pata sobre otro animal, este acto expresa dominancia o agresividad, excepto en contexto de juego. Por lo que si reflexionas detenidamente sobre este gesto ¿qué puede pensar un animal cada vez que te vea levantar la mano y dirigirla hacia su cabeza?
üEnfadarte y echarle la culpa al animal cuando no actúa como tu quieres. Párate un momento, piensa en la situación, es probable que estés emitiendo un mensaje confuso o contradictorio. También puede ocurrir que te encuentres estresado o nervioso, y el animal tan sólo esté actuando como un reflejo de tu actitud.
üUtilizar diferentes palabras para una misma conducta, por ejemplo: «Ven», «Ven aquí», «¡Que vengas te he dicho». Si el animal no responde correctamente al comando la primera vez puede que no esté trabajado bien, que haya un estímulo mayor a ti en ese momento, etc. Al cambiar el comando no vas a conseguir que el animal responda mejor.
üUtilizar de forma repetitiva un comando. Imagínate; te encuentras en un centro comercial, por megafonía se envían mensajes a los usuarios. ¿qué ocurriría si continuamente escuchas mensajes a través de la megafonía? Exacto, llegaría un momento en el que no prestarías atención. Pues algo parecido es lo que le ocurre a un animal cuando se le repite excesivamente un comando.
üInvadir el territorio. Antes de acercarte a un animal debes plantearte: ¿es una animal sociable?, ¿Qué tipo de territorio tiene?, ¿me acepta?, ¿Me conoce?, ¿hasta dónde me permite acercarme sin molestarle?, etc. 

lunes, 26 de octubre de 2015

INTELIGENCIA ANIMAL


Según la Real Academia Española: Inteligencia (del latín  intelligentia) es la capacidad de entender y resolver problemas.
¿Los gatos  y los perros  son inteligentes?
La mayoría de los propietarios consideran que sus mascotas son inteligentes. ¿quién no ha escuchado decir: «sólo le falta hablar»?
Desde su domesticación, el gato y el perro, han sido seleccionados por el hombre en base a la docilidad, facilidad de manejo y capacidad de aprendizaje. De tal forma que nuestros perros y gatos no necesitan desarrollar su inteligencia para sobrevivir, ya que los humanos les ofrecemos seguridad y alimento.
Los animales nacen con una inteligencia innata. Por ejemplo, cuando se encuentran con un ratón lo persiguen, sin haber sido entrenados para ello. Esto les asegura la supervivencia en la naturaleza.
Desde cachorros aprenden cómo comportarse con otros individuos, la madre y los individuos adultos de su grupo social les corrigen cuando realizan comportamientos socialmente inadecuados. Como por ejemplo: quitar comida o morder a los miembros del grupo con fuerza. También les recompensan aquellos comportamientos socialmente aceptables mediante el juego o el acicalamiento.
Desde que el perro o gato llega a casa su nueva familia humana también le enseña la normas de convivencia, de forma intencionada (como por ejemplo: el lugar donde poder hacer sus necesidades) o de forma no intencionada, mediante actos rutinarios (por ejemplo: asociar la correa con los paseos).
Si se educa a un animal adecuadamente desde cachorro, se potencia su inteligencia. La estabilidad emocional del animal también influye en su capacidad de aprendizaje, por lo que un perro o gato que tenga cubiertas sus necesidades fisiológicas y psicológicas, tendrá mayor habilidad para el aprendizaje en obediencia. En cambio, los animales «humanizados», es decir, aquellos que son tratados como niños, sin tener en cuenta su naturaleza, presentan mayor dificultad para el aprendizaje.
Tanto el perro como el gato tienen buena memoria, aunque funciona de forma diferente a la nuestra. Ellos establecen asociaciones positivas y negativas con las situaciones vividas, de tal forma que tienden a repetir aquellas vivencias que les resultan placenteras, y las malas experiencias intentan evitarlas. En este hecho se basa la educación en positivo.
Gracias a la memoria y a la capacidad de asociación, los perros y gatos son capaces de interpretar una situación determinada, anticiparse a ella y adaptarse a nuevos contextos.
¿Alguien tiene aún dudas sobre la inteligencia de nuestros mejores amigos peludos?

«Entre los animales hay muchos que aventajan al hombre por su tamaño, su velocidad, el alcance de la vista, la sutileza del oído. Pero no por esto el hombre es sordo, ciego o débil, ni está privado de movimiento. Si los hombres tienen más inteligencia que los animales, esto no es razón para sostener que los animales no la tienen.» PORFIRIO, filósofo griego (232-304 d.C.)

martes, 22 de septiembre de 2015

LA LLEGADA A CASA DE UN PERRO

Uno de los momentos más emocionantes y bonitos de nuestra vida es cuando nuestro nuevo amigo canino llega a casa por primera vez. Todos los que hemos vivido esta experiencia la recordamos con mucho cariño y felicidad.
Pero para que sea un gran momento debe ir precedido de unos preparativos muy importantes:
  •     En primer lugar, el punto más importante, es conocer al animal que formará parte de nuestro hogar. Es fundamental entender su fisiología y su comportamiento natural para poder ofrecerle una buena calidad de vida a nuestro lado. Por ello es primordial informarse sobre el lenguaje canino, los hábitos caninos, los cuidados veterinarios, etc. En el siguiente enlace obtendrás información interesante sobre los CUIDADOS DEL PERRO
  •   Decidir el perro que más se adapte a nuestra forma de vida y a nuestra personalidad. Por ejemplo: si vives en un piso, trabajas gran cantidad de horas y no te gusta hacer deporte, no te recomiendo adoptar un Border Collie, en tu caso sería más recomendable una raza mucho menos activa. Realizando este TEST DE COMPATIBILIDAD sabrás serás feliz junto a tu perro ideal.
  •    Si tenemos una familia, decidir entre todos las funciones de cada miembro respecto al perro y establecer un horario de actividades. Por ejemplo: el pequeño de la familia ayuda al cepillado después de hacer los deberes y ayuda a mamá a ponerle de comer por la mañana y por la noche. Papá y mamá se turnan para pasearlo tres veces al día.
  •    Establecer, entre todos, las normas de convivencia. De tal forma que toda la familia sea consecuente con lo acordado y actúe de igual forma en las diferentes situaciones. Por ejemplo: si se decide que no se le ofrece de comer en la mesa, bajo ningún concepto, nadie le puede dar comida estando sentados en la mesa.
  •    Preparar la casa para que sea un lugar seguro. Ponte en su lugar, por un momento metete en la cabeza de un perro, pienso como lo haría él (e incluso adquiere su postura, para ponerte a su altura corporal). Ahora, paséate por casa ¿Hay algún cable eléctrico que pueda morder? ¿Se puede lesionar en algún agujero del jardín? ¿Es peligrosa la barandilla del balcón? ¿Hay algún producto de limpieza o alguna planta que pueda ser ingerida?, etc. 
  •    Planificar unos días sin trabajo ni obligaciones para poder acompañar a tu amigo canino en sus primeros días en su nueva vida, cuanto más tiempo pases a su lado, mejor vínculo afectivo se establecerá ya que tendréis la oportunidad de conoceros mejor y adaptaros más rápidamente el uno al otro. 
  •      Conocer el historial previo del animal:

            En el caso de que sea un cachorro: cual es su alimentación, cómo es su carácter con su madre y hermanos de camada, etc.
E          En el caso de que sea un perro adulto: dónde ha vivido antes, cómo reacciona ante los niños/ hombres/ mujeres, cuál es su reacción con otros perros, cómo es su carácter, etc.
  •      Preparar todo lo que necesita:

Un comedero y un bebedero (si es cachorro, preferiblemente no de plástico porque puede entretenerse mordiéndolos)
Una cama confortable, en un lugar tranquilo, pero no aislado.
Juguetes adaptados a la edad y al tamaño del perro. Por ejemplo: los cachorros prefieren aquellos juguetes que alivien el dolor de encías, en cambio un perro adulto se entretiene mejor con un juguete que le haga pensar. ¿quieres saber más sobre el juego canino? Sigue este enlace: EL JUEGO
Collar/ arnés, correa, cepillo, galletas para perro, pienso, etc.

Ya ha llegado el gran momento, nuestro amigo canino llega por fin a casa… ¡QUÉ NERVIOS!
Este es un punto clave en nuestra relación con nuestro nuevo amigo canino. En este momento debemos hacer un gran esfuerzo por nuestra parte y permitir que el perro explore su nuevo hogar libremente, sin agobiarlo con abrazos o gritos o besos. El olfato es uno de los sentidos más desarrollado del perro, a través de los olores son capaces de reconocer y conseguir información sobre quien ha estado y lo que ha ocurrido en ese lugar. Ten paciencia, obsérvalo y disfruta de verlo actuar de forma natural. No fuerces la interacción, si él te busca y te pide que juegues o le acaricies entonces si puedes demostrarle lo feliz que eres por tenerlo en casa, pero de forma calmada. Los gritos y los movimientos bruscos pueden llegar a asustarle.
Los primeros días serán muy estresantes para el perro, ya que su entorno ha cambiado completamente. Por ejemplo, los cachorros son separados de su madre y sus hermanos y todo lo que han conocido hasta el momento desparece. Si adoptas un perro adulto, también tienes que tener en cuenta que un cambio de entorno (aunque sea  a mejor) es una situación que desorienta al animal.

Por ello debemos crearle un entorno agradable y lo menos estresante posible:
  • »  Consigue un trozo de tela o algo que huela a su madre y hermanos o su anterior casa. Un olor familiar reducirá sus niveles de estrés.
  • »  Existen productos que favorecen un ambiente agradable para el perro, se tratan de las feromonas sintéticas basadas en la feromonas naturales que liberan las perras mientras amamantan a sus cachorros. De venta en centros veterinarios (adaptil)
  • »   Los dos o tres primeros días, aunque se haga sus necesidades dentro de casa o haga algo no deseado, se aconseja no regañar, ya que el animal necesita un periodo de adaptación para conocer las normas de nuevo hogar. Los castigos pueden hacer que no se establezcan unos vínculos afectivos de calidad entre los miembros de la familia y el perro. Una vez que se haya adaptado a su nueva rutina es el momento de comenzar su educación, mediante refuerzo positivo (galletas para perro, caricias, halagos, juego…) aplicado inmediatamente después de la conducta deseada, se obtiene unos resultados más sólidos y efectivos que con técnicas educativas basadas en el castigo.
  • »   Es posible que las primeras noches se muestre nervioso y llore, es normal, está lejos de lo que hasta ese momento era su hogar. Se recomienda prepararle una zona que entienda el perro como “refugio”, por ejemplo, el transportín. Ya que dentro de un “refugio” el animal se sentirá más tranquilo. Si el animal se acostumbra a dormir en un transportín en un futuro no le importará dónde se encuentre su transportín ya que será un lugar seguro allí donde esté, será su dormitorio. La mayoría de los consejos sobre la primera noche de un cachorro tan sólo son mitos, como ocurre con el reloj de “tic-tac” que imita al corazón de la madre, tan sólo es un sonido constante que termina por aburrir al animal y con suerte se queda dormido.
  • »   Establece una rutina de horarios de comidas, salidas, juegos, descanso… cuanto más rutinaria es la vida de un perro más seguro se siente, porque sabe cuándo va a ser la próxima vez que comerá o podrá descansar.
  • »   Desde el primer momento que llega a casa le estamos enseñando las normas de su nuevo hogar, en ocasiones incluso sin darnos cuenta. Por ello es muy importante que desde el principio seamos consecuentes y constantes. Por ejemplo: si no nos gustaría que en un futuro el perro se suba al sofá, no podremos subirlo aunque sea muy pequeñito, porque de esta forma el perro entendería que “lo normal” en casa es subirse al sofá y cuando no le permitamos subirse porque haya crecido no entenderá el cambio y será complicado educarlo. 
  • »  Adaptarlo de forma progresiva a las salidas. Inicialmente se recomienda separaciones cortas dentro del hogar, impidiéndole la entrada a determinadas zonas de la casa, aumentando poco a poco el tiempo. Una vez que el perro no muestre signos de nerviosismo en estas situaciones, se pueden comenzar las salidas progresivas a la calle. Siempre muy poco a poco, para evitar que el animal realice una asociación negativa y se adapte correctamente a estar solo en casa. De esta forma evitaremos el síndrome de ansiedad por separación, tan frecuente en la actualidad. 


martes, 4 de agosto de 2015

EL JUEGO

El juego es una pieza fundamental en la vida de nuestras mascotas. A través del juego los animales aprenden a socializarse, a cumplir reglas básicas de conducta para una correcta convivencia, a controlar su fuerza e instintos, a reaccionar adecuadamente ante diferentes estímulos, a mejorar la coordinación motora, etc. Todos los mamíferos jóvenes necesitan el juego para desarrollar su inteligencia y su capacidad social.
El juego nos aporta grandes ventajas para educar a las mascotas en obediencia de una forma divertida.
Cada animal tiene su propia forma de jugar: a unos les gusta el contacto físico, a otro la persecución, a otros la búsqueda… es importante tenerlo en cuenta y adaptarnos al estilo de juego que le guste a nuestra mascota, siempre y cuando éste sea un juego adecuado.
Los perros juegan de forma natural mordiendo, la boca es su herramienta principal. Los gatos juegan de forma natural cazando, reproduciendo su instinto natural de persecución y captura. No podemos conseguir erradicar totalmente la conducta, pero con unas pautas de educación conseguiremos que el animal controle la fuerza o reconduzca la conducta hacia los objetos destinados para ello.
Si tenemos un perro muy activo, existen actividades muy divertidas para compartir un rato de juego perro y propietario, que desarrolla la inteligencia del animal además de mejorar la comunicación y el vínculo con su propietario. Como por ejemplo Agility, Canicross, etc.
Los animales que viven con nosotros en el interior de nuestras casas no siempre disponen de los estímulos necesarios para manifestar de forma adecuada la conducta de juego. Por ejemplo, si tu  mascota persigue objetos “imaginarios” de forma espontanea, necesita mayor enriquecimiento ambiental que favorezca una conducta adecuada de juego. No satisfacer las necesidades de juego de nuestro animal de compañía disminuye su calidad de vida, y puede dar lugar a graves problemas de comportamiento como por ejemplo agresividad (por juego), dirigida a personas.
Los juguetes interactivos para perros y gatos son juegos en los que el animal tiene que pensar cómo obtener el premio, por ejemplo puzzles que levantando o empujando o moviendo diferentes fichas obtienen un trozo de comida. Estos juguetes son muy útiles para enriquecer el entorno de animales que viven en pisos, ya que estimulan su mente y desarrollan su capacidad de resolución de problemas. En un primer momento se planteará retos muy sencillos, aumentando la dificultad progresivamente.
Las mascotas se aburren rápidamente de sus juguetes, por lo que es necesario realizar rotaciones de juguetes. Es decir, si tu mascota tiene varios juguetes, se agruparán en pack de 3 como máximo, realizando cambiándolos semanalmente, la novedad del cambio aumentará la motivación de tu mascota por los juguetes.
La reglas básicas de un juego seguro y divertido son:
  • Evitar juegos competitivos o agresivos, por ejemplo, los juegos de fuerza.
  • Evitar palos (porque pueden partirse en la boca), piedras (porque pueden romper algún diente o ingerirse accidentalmente), pelotas de tenis (porque el material es corrosivo para los dientes), ovillos de hilo (porque puede ingerirse accidentalmente dando lugar a graves problemas digestivos), juguetes demasiado pequeños (ya que si los ingieren pueden dar lugar a obstrucciones intestinales).
  • Cuando el animal pellizca o muerde la mano de la persona que con la que juega (con intención o por accidente), el juego se acaba inmediatamente (a modo de castigo).
  • Utilizar juguetes sin bordes cortantes, de material que no se rompa fácilmente y de tamaño adecuado para el animal.
  • NUNCA jugar con el puntero láser, ya que provocan trastornos de conducta y elevados niveles de estrés en el animal.

El uso de juguetes no es la única forma de jugar con nuestra mascota. Tenemos otras muchas formas de pasar un rato divertido de juego a la vez que mejorar nuestro vínculo afectivo , como por ejemplo:
  • Jugar al escondite. El propietario se esconde, y el animal tiene que encontrarlo. Una vez que lo haga se recompensa con halagos y caricias.
  • Juegos de olfato: esconder comida por casa,  juego de los trillers con comida, etc.
  • Habilidades: dar la pata, rodar por el suelo, hacerse el muerto, etc.

viernes, 24 de julio de 2015

¿ADIESTRAR O EDUCAR?


Hace ya algún tiempo que se están utilizando estos dos términos , en ocasiones, en contextos inadecuados. Existe la tendencia a utilizar la palabra adiestramiento relacionada a las técnicas de aprendizaje relacionadas con el castigo (collares de pinchos, pequeñas descargas eléctricas mediante collares o mantas en el suelo, tirones bruscos de correa, etc.) o con sumisión del animal. Esto no es cierto. El adiestramiento es la aplicación de técnicas específicas mediante las cuales se logra que un animal aprenda y adquiera una destreza. Por ejemplo, adiestramiento en agility. 

 También existe la creencia de que la educación siempre es en positovp, sin urilizar ningún tipo de castigo. Esto también es falso. La educación de un animal es la asimilación de  unas pautas de comportamiento que le permite relacionarse de forma correcta con su grupo social (humanos, perros, gatos, pájaros, etc.) Por ejemplo, las madres educan a sus cachorros dándoles  mordisquitos para regañarles cuando realiza una conducta inadecuada hacia ella. 
Es conveniente educar y adiestrar (aunque no sea para competición) a nuestra mascota para así poder disfrutar al máximo de su compañía.  Para poder educar/ adiestrar a un animal existen diferentes técnicas y herramientas. Cada vez se trabaja más con el refuerzo positivo, es decir, afrecer algo que le guste al animal si realiza una conducta adecuada. De esta forma el animal disfruta del aprendizaje y realiza asociaciones positivas con las diferentes asociaciones positivas y experiencias. Este refuerzo puede ser de tipo interno (la misma conducta actúa como refuerzo positivo) o de tipo externo (el animal obtiene algo que le gusta tras realizar la conducta: caricias, comida, juego….) Es cierto, que no puede caer todo el peso del aprendizaje en el refuerzo positivo. Hay ocasiones en las que se tendrá que utilizar otras herramientas como por ejemplo:
a.) El castigo positivo: el animal recibe algo que no le gusta tras realizar la conducta. Por ejemplo, tirón de correa. 
b.) Castigo negativo: el animal deja de recibir algo que le gusta tras realizar la conducta. Por ejemplo: si mientras juega muerde al propietario, se acaba el juego.
¡CUIDADO! Si el castigo se realiza de forma incorrecta o abusiva podemos llegar a causar graves trastornos de comportamiento en el animal, como por ejemplo: agresividad, conductas compulsivas, etc.
Para educar/ adiestrar a tu mascota es necesario conocer primero las bases de aprendizaje animal. Cada especie, cada raza y cada individuo tiene unas características determinadas que hay que tener en cuenta. También hay que ser consciente de que el comportamiento en un momento determinado no es un hecho aislado, tiene relación con el entorno, experiencias previas, estado de salud del animal, etc. 
Es fundamental establecer una comunicación eficaz con el animal para realizar una educación/ adiestramiento de calidad. Esto implica conocer el lenguaje que utiliza tu mascota expresarse (sonidos, gestos, etc.) y enseñarle un código de comunicación fácil de comprender para que entienda lo que tú quieres expresarle. Los animales utilizan principalmente imágenes para comunicarse, es decir, tan sólo utilizan los sonidos para recalcar sus intenciones o cuando no pueden visualizar a su interlocutor. Por ello, cualquier gesto que realice un animal es muy importante para saber cómo se encuentra ya que mediante el lenguaje corporal expresan si tienen miedo, están contentos, están nerviosos, etc.
Un vínculo afectivo de calidad, respetar la naturaleza del animal, la coherencia y la consistencia son la base de la educación/ adiestramiento.
Aunque pueda parecer un trabajo sencillo, se aconseja buscar asesoramiento de un profesional cualificado.