VIDA PERRUNA

Los antepasados de los perros en su hábitat natural eran animales sociables y gregarios. Con el paso del tiempo el hombre los ha domesticado, convirtiéndose en nuestros compañeros. Nosotros les ofrecemos la seguridad de un hogar y la comodidad de tener alimento sin tener que buscarlo, a cambio ellos nos dan su compañía y su cariño. En ocasiones, tenemos conflictos en casa a causa de agresividad, ansiedad por separación, etc. Estas actitudes indeseadas son consecuencia de un enriquecimiento ambiental incompleto, es decir, el perro por naturaleza tiene unas necesidades fisiológicas de descanso, juego, socialización,…

A continuación les ofrecemos unos consejos para mejorar el entorno de su perro y por tanto su  calidad de vida:

• Es necesario establecer una “Zona segura” donde el perro se sienta protegido y tranquilo, en esta zona se colocará una cunita cómoda y confortable.
• Es aconsejable enseñar a  los perros a divertirse con juguetes que potencien el juego independiente, como por ejemplo el “Kong”.
• Es interesante estimular a los perros a disfrutar con juguetes que potencien la inteligencia.
• Una rutina de paseos (hora y media al día, como mínimo) es fundamental para cubrir sus necesidades de actividad física. Los paseos afianzan la relación con el propietario.
• De igual forma se deben establecer unos hábitos de alimentación, es decir, ofrecer alimento (pienso) una o dos veces al día, retirando aquello que el animal no se haya comido.
• El cepillado y la higiene diaria (ojos, oídos, uñas...), es una actividad que además de mejorar la calidad del pelo del animal, potenciará la relación afectiva entre el perro y la persona que lo cepilla.
• Realizar sesiones de juegos con el propietario diariamente, reforzarán los lazos de unión entre ambos.
• Sesiones de obediencia básica basadas en el juego facilitarán la comunicación entre propietario y mascota, y permitirán tener un mayor control del animal.
• A los perros les gusta controlar todo lo que sucede en su entorno, por lo que les encanta sentarse en una ventana o balcón desde donde mirar al exterior.
• Basándonos en el hábitat natural de sus antepasados, la zona donde viva el perro debe estar distribuida, aproximadamente, de la siguiente forma: Zona segura y Zona alimentación separadas de la Zona sucia y la Zona juego.